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Producción y empleo, la base del crecimiento.

El estancamiento de la actividad económica que viene experimentando el Ecuador desde mediados del año 2015, se evidencia aún más con las magras cifras del mercado de trabajo al cierre de 2019. La generación de empleo pleno y recomposición del bienestar de la población, sigue estando distante de la agenda de desarrollo y es uno de los retos más grandes que posee el país en este nuevo año .

Concretamente, hablamos de 56.863 puestos de trabajo que han sido creados durante el cuarto trimestre de 2019, al tiempo que la Población Económicamente Activa (PEA) se incrementó en 71.900 personas (+0,9% i.a.). De esta forma, la oferta de empleo superó a la demanda en 15.036 trabajadores. En consecuencia, la tasa de desempleo se situó en 3,8% de la PEA, siendo 0,1 p.p. superior a la registrada en el último cuarto de 2018 cuando alcanzó un 3,7%.

Con estos registros, la dinámica del mercado laboral ecuatoriano vuelve a estar caracterizada por el empleo de baja calidad en detrimento de los empleos adecuados, pues en el último trimestre de 2019 se destruyeron 115.782 empleos dignos, mientras que aumentaron en 117.259 los subempleados en el país para el mismo período. De esta forma, la tasa de empleo pleno al cierre de 2019 se ubica en 38,8% de la PEA, el nivel más bajo que se haya observado al término de cada año desde el 2007 (43,2% de la PEA).

Estos resultados podrían estar anticipando un nuevo retroceso del PIB entre octubre y diciembre de 2019, recordemos que la economía se contrajo 0,1% en la comparación interanual entre julio y septiembre, la primera en los últimos tres años. De ser así, esta dinámica pondría en entredicho la proyección de crecimiento del Banco Central del Ecuador, situada en 0,2% para el año previo.

A este escenario pesimista, se añade el comportamiento de otros indicadores que aproximan el bienestar de la ciudadanía, pues al término de 2019 la tasa de pobreza nacional (por ingresos) se ubicó en 25% de la población, el nivel más alto de los últimos trece años (si comparamos cada cuarto de cada período). De igual manera, la desigualdad salarial medida por el coeficiente de Gini se situó en 0.473, el mayor registro desde el 0.476 exhibido en 2015.

En base a esta dinámica, son claros los desafíos que posee el país en este 2020, pues si la intención es volver a la ruta de crecimiento económico y realzar el bienestar de la ciudadanía, la agenda pública tiene que estar centrada en la generación de puestos de trabajo propicios para el desarrollo social y económico. De continuar exhibiendo el mercado laboral y los registros de pobreza, un mediocre desempeño, las aspiraciones de recomponer el consumo de los hogares (70% de la demanda agregada) jugará en contra de los intereses colectivos y los objetivos de progreso nacional.

Desde el sector externo no se avizora una mejora sustancial en 2020 como para potenciar un flujo neto de divisas sólido que contribuya a cerrar la brecha fiscal. En un contexto de austeridad, es claro que el gasto público tampoco juega un papel de relevancia dentro de la política fiscal para reactivar la economía. Desde la óptica de la inversión, en un contexto de depresión de la actividad agregada, difícilmente se promueva en este componente una dinámica a favor del ciclo económico.

La óptica debe de estar centrada en una política fiscal orientada a la reducción de costos de producción, simplificación de trámites, incremento de la competitividad y productividad que encamine al sector privado a generar puestos de trabajo de calidad, incrementar la producción y exportar en condiciones más favorables. Es más fácil tener un equilibrio interno y externo con una economía en crecimiento que con una caracterizada por ajustes y represión de la actividad agregada.

En la actualidad, Ecuador conmemora 20 años de dolarización, así como este instrumento nos ha otorgado ventajas en la dinámica macroeconómica – quizá entre las más importantes, eliminar las presiones inflacionarias – hay que demostrar también que este esquema tiene que venir acompañado de una política económica congruente que aproveche sus beneficios, pues en un régimen de tipo de cambio fijo, la política fiscal focalizada puede ayudar a incrementar la producción y apuntalar con ello el crecimiento económico.

De lo contrario, seguir adquiriendo deuda hoy, significará volver a ajustarnos el cinturón mañana.

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Las medidas adoptadas no están aisladas de lo que sugieren los manuales tradicionales de macroeconomía

Captura

Las medidas adoptadas en los últimos meses por parte del Gobierno nacional no están aisladas de lo que sugieren los manuales tradicionales de macroeconomía. Hay una restricción presupuestaria que no se puede dejar pasar por alto, así como desequilibrios sectoriales que hacerle frente para garantizar la sostenibilidad del bienestar de la población. La hoja de ruta trazada por la actual administración es congruente con los objetivos de desarrollo a mediano y largo plazo.

No obstante, el Gobierno se enfrenta a grandes desafíos. Uno de ellos es el resultado fiscal que posee, deficitario en los últimos nueve años y probablemente diez al 2018, el cual influencia en gran media los niveles de deuda pública. La pérdida de representatividad de sectores clave en la producción nacional (agricultura, industria, comercio) también tiene que formar parte de la agenda púbica. Asimismo, hay un sector externo con el 60% de sus exportaciones (en volumen) concentradas en el sector petrolero, lo que nos hace vulnerables a los shocks de precios. Pérdida en la competitividad en términos reales del 21% en los últimos 10 años y un mercado de trabajo con baja productividad.

De hecho, los salarios promedio de la economía han evolucionado por encima de la productividad laboral, lo que sugiere una pérdida en la utilización de los factores productivos. El 59% del empleo es inadecuado y el número de empleados con nivel de educación superior es de tan solo el 19,5% mientras que el 80,5% restante posee educación básica, es bachiller o no posee preparación alguna.

Para poder hacerle frente a todos estos problemas estructurales se crea la Ley Orgánica de Fomento Productivo, Atracción de Inversiones, Generación de Empleo, Estabilidad y Equilibrio Fiscal, la cual posee 4 ejes de trascendental importancia para el país. El primero es la reactivación productiva, el segundo, la estabilidad y equilibrio fiscal, el tercero, la reestructuración y optimización del Estado y por último el equilibrio del sector externo y sostenibilidad de la dolarización.

Sin embargo, del contenido observado en dicha Ley, aún no se establecen claramente los mecanismos de transición asociados para que cada uno de estos ejes se desarrolle significativamente para volver a la senda de crecimiento económico deseada. Hay una postura clara para corregir los desequilibrios macroeconómicos heredados (lo que se destaca) pero los resultados quizá aún hay que matizarlos de mejor forma para crear confianza en los mercados.

Las expectativas juegan un papel protagónico a la hora de tomar decisiones y es por ello que el Gobierno tiene que generar credibilidad, pues hacer creíble un plan económico de esta categoría (y tomando en consideración los retos a los que se enfrentan) servirá para que las políticas adoptadas le jueguen a favor y en beneficio de toda la sociedad en su conjunto.

Si bien la economía ecuatoriana creció en 2017 2,4% en términos reales (revisado a la baja desde el 3% reportado anteriormente), hay organismos internacionales que prevén que esta expansión se desacelere al 1,8% en 2018 y 1,6% al 2019, es decir que el consenso de los analistas aun considera que el panorama para el país es conservador y hay que analizar detenidamente su evolución por todos los retos que posee en la actualidad.

De hecho, la calificadora de riesgos Fitch Ratings bajó la calificación de riesgo de Ecuador como emisor de deuda soberana a largo plazo, de B a B-, lo que indica que el país podría estar teniendo una incapacidad de pago hacia sus tenedores de deuda, lo cual no ayuda si la intención es cubrir el déficit fiscal con nueva deuda, a tasas de interés mas convenientes y a plazos mas razonables a medida que la economía retoma la expansión económica ajustada al target de política.

En suma, se está dando los primeros pasos para realizar un reacomodamiento de precios relativos y cambios necesarios que la economía requiere, esperemos que con estas medidas los recursos que se generen estén encaminados a mejorar la estructura productiva del país, el mercado de trabajo y su productividad laboral para con ello, ser mas competitivos en los mercados internacionales y poco vulnerables a los shocks de precios que históricamente han aquejado al país. Caso contrario haciendo referencia a Larraín F. & Sachs J. (2013): “seguirse endeudando hoy significará volver a ajustarnos el cinturón (reducir la absorción) mañana”.

 

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Efectos de la apertura comercial en el crecimiento económico. La estructura productiva, el empleo, la desigualdad y la pobreza en el Ecuador (1960-2015).

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Resumen: 

El presente trabajo toma en consideración el período que comprende entre 1960 y 2015 para analizar los efectos que tuvo la apertura comercial del Ecuador en el crecimiento económico y el bienestar de la población. La investigación tiene dos enfoques, el primero se formula mediante un análisis cuantitativo, que permite validar la hipótesis de que una mayor apertura al comercio puede permitir al país obtener mayores tasas de crecimiento. El segundo enfoque examina la tendencia que siguieron las variables que influyen en el bienestar de la población en distintos ciclos de apertura comercial mediante un análisis descriptivo. En este último, se observó que el mayor crecimiento económico obtenido en presencia de ciclos con apertura comercial en ascenso no trajo consigo una mejora sustantiva en la calidad de vida de la población. Se destaca que entre 2009 y 2015, en un contexto de menor intensidad del comercio y desaceleración del crecimiento económico, se haya mejorado la estructura del empleo acompañado de reducciones sustanciales en la concentración del ingreso y la pobreza. No obstante, si bien el Ecuador ha sabido diversificar la estructura productiva con el pasar de los años, actualmente la producción es intensiva en servicios mientras el sector de bienes aún no logra amortiguar la volatilidad proveniente del sector externo. La fuente primaria generadora de divisas que son las exportaciones posee una alta concentración en el sector petrolero lo que implica una fuerte dependencia al precio del crudo, esto es un factor que limita las posibilidades de progreso y pone en riesgo la sostenibilidad del bienestar de la población en el largo plazo.

Palabras clave: crecimiento económico, apertura comercial, estructura productiva, empleo, pobreza y desigualdad. Clasificación JEL: F43, O47

Abstract:

The present work takes into account the period of time between 1960 and 2015, to analyze the effects that the trade openness of Ecuador had on the economic growth and well-being of its population. The investigation has two approaches, the first one is formulated through a quantitative analysis that allows to validate the hypothesis that a bigger openness to commerce can allow the country obtain greatest growth rates. The second approach examines the trend that followed the variables that influence the well-being of the population in different commercial openness cycles through a descriptive analysis. In this case, the greatest economic growth, obtained during cycles of high trade openness, did not bring substantial improvement for the quality of life of the population. It is emphasized that between the years 2009 and 2015 -in a context of lower commerce intensity and economic growth deceleration- there was an improvement in the employment structure together with substantial reductions in concentration of income and poverty. However, while Ecuador has been able to diversify the productive structure over the years, production is currently intensive in services, while the goods sector still fails to cushion volatility from the external sector. Exports as the primary source of foreign exchange have a high concentration in the oil sector, which implies a strong dependence on the price of crude oil. This is a factor that limits the possibilities of progress and jeopardizes the sustainability of the well-being of the population in the long term.

Keywords: economic growth, trade openness, productive structure, employment, poverty, inequality. JEL Classification: F43, O47.

Este artículo formó parte de la vigésima séptima edición de la revista Cuestiones Económicas del Banco Central del Ecuador (indexada en latindex).

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https://www.bce.fin.ec/cuestiones_economicas/images/PDFS/2017/RevistaCE-vol27-2-2017.pdf

 

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Actividad Económica

Crecimiento económico y apertura comercial en Ecuador, un análisis de cointegración VAR-VECM (1967-2014).

Resumen:
El presente trabajo pretende analizar empíricamente la relación de largo plazo entre el crecimiento económico y la apertura comercial del Ecuador para el periodo 1967-2014. Los resultados se formularán bajo la metodología VAR y se comprobará la existencia de la relación de cointegración y causalidad entre las variables en mención. De esta forma, se procederá a estimar el modelo de corrección de errores (VECM), así como las respectivas predicciones para los años 2015, 2016 y 2017.

Palabras claves: crecimiento económico, apertura comercial
CÓDIGO JEL: F43, O47

Abstract:
This paper tries to analyze empirically the long relationship between economic growth and the trade liberalization of Ecuador for the period 1967-2014. The results will be formulated by the VAR methodology and verify the existence of cointegrating relationship between them. So, we will proceed to estimate the error correction model VECM, analysis of causality between the variables and the corresponding predictions for the years 2015-2016 y 2017.
Keywords: economic growth, trade liberalization
JEL CODE: F43, O47

Este artículo formó parte de la vigésima sexta edición de la revista Cuestiones Económicas del Banco Central del Ecuador (indexada en latindex).

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Actividad Económica

Las 10 conclusiones que dejó el PIB del I-17

Los datos de cuentas nacionales conocidos esta semana, resultaron mejores (o peores) a los esperados dependiendo de la óptica en que se los quiera analizar. Mas allá de estos resultados, lo cierto es que la meta trazada por el Banco Central del Ecuador (BCE) de una expansión de 1,4% en 2017 aún resulta plausible de cumplir. No obstante, transcurridos 8 trimestres desde que empezó la recesión del año 2015 se puede dar cuenta que, en la actualidad, la recuperación está siendo mucho más débil comparada con la recesión del año 2008.

El consumo (público y privado) y la inversión exhiben un deterioro más pronunciado comparado con la crisis del año 2008. El componente que empuja (no tanto como se desea) a la economía son indudablemente las exportaciones de bienes y servicios. Sin embargo, la performance del comercio exterior hay que tomarla con cierto grado de cautela debido a que puede interferir mayoritariamente un efecto precio más que un efecto volumen.

Con los distintos indicadores adelantados de actividad, se puede proyectar un mejor desempeño relativo para el segundo trimestre del año, de todas formas, no sería tan robusto como para considerar un repunte auspicioso en términos de crecimiento sostenido. De toda esta introducción, se desprenden 10 conclusiones que dejó el Producto Interno Bruto (PIB) en este primer cuarto de 2017.

Captura1

1. Considerando que las cuentas nacionales son series ajustadas por estacionalidad, la mirada se centra en la dinámica que tuvo la economía comparada respecto al trimestre previo para inferir si coyunturalmente se está “mejor” o “peor” en términos de crecimiento. En este sentido, no se observó una mejora en la trayectoria del PIB y el mismo se contrajo 0,6% t/t-1 al I-17, siendo esta retracción la más alta desde la caída de 1,7% t/t-1 registrada en el I-16 y estuvo en línea con lo que anticipaba el Índice de Actividad Económica Coyuntural (IDEAC) en el mismo periodo, el cual cedió 3,2% t/t-1 ajustado por estacionalidad. No obstante, en términos interanuales la economía se expandió a un ritmo de 2,6% t/t-4, el más alto de los últimos ocho periodos (consistente con el+5,5% del IDEAC serie bruta).

2. De todas formas, la meta trazada por el BCE de una expansión de 1,4% en 2017 aun luce factible de cumplir toda vez que, para obtener este resultado, la economía tendría que crecer a un ritmo ajustado por estacionalidad de 0,1% t/t-1 para lo que resta de año, desempeño que no resultaría esquivo considerando la dinámica histórica que ha tenido el nivel de actividad.

3. Si bien aún queda la puerta abierta para un mejor desempeño de la economía real para lo que resta del año, se puede exhibir que la recuperación del producto está siendo menos intensa si la comparamos con la crisis del año 2008. De hecho, en el año 2008 nos tomó cuatro trimestres recuperar la senda de crecimiento luego de haberse iniciado la fase recesiva del ciclo, mientras que para la crisis que empezó en el II-15 nos tomó cinco periodos para recuperarnos de la recesión para luego volver a caer al octavo trimestre, en contraste con el octavo trimestre de la crisis de 2008 en donde el producto aun continuó ganado terreno.

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4. En este primer cuarto del año la caída estuvo influenciada por el detrimento del consumo privado (-0,2% t/t-1) al igual que el público (-1,5% t/t-1) y la inversión (-1,2% t/t-1) quienes contribuyeron en 0.7 p.p. de baja en el PIB, en todos los casos viéndose mayormente deteriorados respecto a la recesión de 2008. Por el lado del comercio exterior de bienes y servicios aportaron positivamente al producto las exportaciones que crecieron a un ritmo desestacionalizado de 1% t/t-1 (0,3 p.p. de incidencia), mientras que las importaciones restaron impulso subiendo 0,5% t/t-1 (-0,1 p.p. de impacto).

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5. En este sentido, a raíz del acuerdo comercial con la Unión Europea, el comercio exterior está dando buenos resultados, pasando de un IV-16 con un aporte nulo de las exportaciones en el PIB a uno con mayor representatividad entre enero y marzo de 2017. Este mejor comportamiento incluso se ubica (con cierto grado de volatilidad) por encima del rendimiento observado en la crisis de 2008, lo cual no deja de ser un factor positivo dentro de la dinámica actual del crecimiento. Llama la atención que, aun habiéndose efectuado el acuerdo comercial, la tasa de crecimiento de las importaciones se haya desacelerado incluso siendo menos intensas si las comparamos con la recesión de 2008.

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6. No obstante, si bien la dinámica del comercio exterior nos favorece, no hay que perder de vista su descomposición. Si nos centramos en el comercio exterior de bienes, se puede observar que, aunque en el acumulado de enero a abril de 2017 las exportaciones crecen 29,4% i.a. (+15,9% las importaciones), este mayor dinamismo es impulsado vía precio con una suba de 22,6% i.a. ya que las cantidades vendidas al resto del mundo solo treparon en 5,2% i.a. En contraposición el volumen importado aumentó en mayor magnitud con el 12,4% i.a. y lo que restó el impulso en dólares fue su menor incremento vía precio (+2,9% i.a.).

Captura10.JPG7. De cara al segundo trimestre del año se puede inferir que la economía está teniendo un mejor proceder en el “margen”, pero que de todas formas no pareciera ser lo suficientemente fuerte para considerar un repunte sustancial del PIB. En efecto, si bien el IDEAC es un indicador con alta volatilidad y que engloba tan solo el 70% aproximadamente de la actividad agregada, ya avizora una aceleración en su tasa de crecimiento en abril con el 3,4% m/m (sin estacionalidad) y 5,8% i.a. (con estacionalidad).

8. Por el lado de la oferta, existen algunos indicadores como el Índice de Producción Industrial Manufacturera que difunde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) que continúa mostrando incrementos por encima del 50% i.a. en abril. La producción de autos que releva la Cámara de Industria Automotriz del Ecuador (CINAE) viene despuntando y de mantener la racha positiva que exhibió al primer trimestre del año con el +36,7% i.a. de expansión (-15,5% i.a. en el IV-16) muy probablemente contribuya positivamente a la industria en abril.

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9. Desde la perspectiva del consumo (demanda) se exponen efectos mixtos. Por un lado, las variables subyacentes que definen los niveles de consumo tal como, el salario medido en términos reales que releva el BCE muestra una desaceleración en su ritmo de crecimiento que pasó de 1,5% i.a. en marzo a 1,4% i.a. en abril. Por su parte, el Índice de Puestos de Trabajo difundido por el INEC continúa exhibiendo retrocesos consecutivos (-3,5% i.a. en abril) y desde su implementación (base 2015=100) aún no logra reflejar una dinámica positiva, aunque las últimas estadísticas del mismo dan cuenta de una moderación en su detrimento.

Por el lado de las variables que generalmente están estrechamente ligadas al consumo se encuentra las ventas de autos que difunde la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (EADE), las mismas que si bien exhibieron un menor ritmo de crecimiento en abril (56,5% i.a. vs 74% i.a.) continúa expandiéndose por encima del 50%. En contraposición, las ventas de motos que reporta el Servicio de Rentas Internas (SRI) revirtió la mejora observada en marzo (+4,9% m/m) cayendo 7,8% i.a. en abril.

Por su parte, los préstamos destinados al consumo que informa la Superintendencia de Bancos (SB) y la recaudación de IVA interno (proxy de dinamismo económico) que releva el SRI, siguen reflejando un buen comportamiento tanto en términos nominales como ajustados por inflación. En este sentido, el IVA interno apuntó en mayo la más alta expansión de los últimos cuatro meses (+13,2% i.a.) y a la par con los registros de enero (+15,4% i.a.) son los mayores incrementos desde el 22,6% i.a. registrado en abril de 2015. Los préstamos destinados al consumo de igual manera confirman esta buena base recaudatoria creciendo a un ritmo interanual por encima del 30% en mayo (+4,5% i.a. en abril). Finalmente, el Índice de Confianza del Consumidor en el quinto mes de 2017, continúa posicionando buenos resultados y exhibió un aumento de 25,4% i.a., el más alto ritmo interanual en lo que va del año. De similar forma, presentó un alza en el subíndice de Expectativas (+17,2% a/a) y Condiciones presentes (+31,5% i.a.), lo que indicaría que los agentes económicos perciben hoy con optimismo la dinámica de consumo privado, al igual de cómo se desempeñaría ésta en los próximos meses.

10. Si bien los distintos indicadores adelantados de actividad que se exponen en este documento no conforman el universo de la economía, nos pueden ayudar a inferir acerca de cómo podría situarse el crecimiento en el segundo cuarto del año. Tal como se pudo apreciar estos indicadores no son tan contundentes como para aseverar una recuperación vigorosa, pero de todas formas no dejan de exhibir una mejora relativa entre abril y mayo. Esta performance se ubica en línea con la proyección del ciclo económico que se presenta a continuación para los trimestres que restan del año, del cual se desprende que aun de presentarse una tenue recuperación en el II-17, podríamos continuar situándonos por debajo de nuestro crecimiento potencial de largo plazo.

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Nota: Este artículo fue reproducido por Foro de Economía Ecuador (FEE) – Revista de Análisis y Divulgación Científica de Economía y Empresa.

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http://foroeconomiaecuador.com/fee/analisis-de-las-cuentas-nacionales-del-primer-trimestre-del-2017-indicadores-adelantados-y-ciclo-economico/

 

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Empleo y Salarios, Sin categoría

Mercado de Trabajo y Crecimiento Económico

Los niveles de empleo que constan en los registros laborales relevados en la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) para este segundo trimestre del año, han reflejado una importante aceleración en su tasa de crecimiento con el 4,9% i.a., la más fuerte de los últimos tres trimestres (ver gráfico 1).Captura1Concretamente, hablamos de 366.461 puestos de trabajo que han sido creados durante el II-17 al tiempo que la población económicamente activa (PEA) se incrementó en 315.582 personas (+4,0% i.a.). De esta forma, la demanda de empleo superó a la oferta en 50.879 trabajadores. En consecuencia, la tasa de desempleo se situó en 4,5% de la PEA siendo 0,8 p.p. inferior a la registrada en el II-16 cuando alcanzó un 5,3% (ver gráfica 2).Captura2No obstante, el nivel de empleo global, tras haber alcanzado su máxima expansión en el II-15 (+6,9% i.a.; ver gráfico 1), se ubica esencialmente estancado desde el III-16. Al respecto, son los diferenciales al interior de los componentes del empleo los que hacen que los indicadores del mercado laboral se encuentren desde hace varios años en el centro de debates de la coyuntura económica ecuatoriana.

Si bien hubo más personas que ingresaron al mercado de trabajo y que lograron encontrar un empleo, estos niveles siguen siendo influenciados fuertemente por la dinámica del subempleo en detrimento de la ocupación plena.

El dato positivo fue que por primera ocasión en siete trimestres se generó puestos de empleo adecuado (+1,6% i.a.; +52.587 trabajadores) y los empleos no plenos continuaron reduciéndose (-7,5% i.a.; -159.893 individuos).

Lo negativo es que el incremento del subempleo alcanzó un 30,6% i.a. (+390.860 personas) entre abril y junio, volviendo a acelerar su expansión interanual en relación al I-17(+28% i.a.; +377.798 empleados).Captura3

En particular, la capacidad de la economía para generar empleo de calidad viene siendo esquiva desde el IV-15. La recesión económica que empezó en el II-15 ha tenido su correlato en el deterioro de los puestos de trabajo adecuados y al mercado laboral le ha tomado siete trimestres empezar a exhibir registros positivos de empleo pleno.

Sin embargo, en la actualidad el empleo adecuado sigue sin cambios significativos y se sitúa a niveles muy similares del IV-13 y por debajo de la máxima cifra alcanzada en el IV-14 (ver gráfico 4).Captura4.JPGDe hecho, si nos adentramos en los por menores de estos dos niveles de empleo (adecuado vs. subempleo), la dispersión entre ellos continúa. La brecha de horas de trabajo empleadas por los trabajadores plenos en relación a los subempleados se ubica en torno al 60% (46 vs. 28 horas a la semana).

La particularidad que se observa, es que mientras el primer grupo continúa con similar carga horaria empleada hace un año atrás (+0,5% i.a.) sin mermas en su salario promedio, el segundo grupo emplea más horas de trabajo a la semana (+3,8% i.a.) incluso a costas de una reducción en su remuneración media (-1,5% i.a.).Captura5.JPG

Más allá de estos resultados, lo cierto es que basándose en el escenario actual de la economía (una recesión mas profunda que la de 2008-09; ver gráfico 6), el hecho de que el empleo adecuado haya exhibido signos de recuperación es un factor que no hay que dejar de resaltar.

De mantenerse este desempeño en los próximos trimestres del año, se podría impulsar una recuperación de la actividad agregada tomando en consideración que el nivel de empleo es una de las variables subyacentes que definen los estándares de consumo privado, situado hoy en torno al 60% respecto al PIB.Captura6.JPG

Si bien el ciclo recesivo actual ha contribuido con el deterioro de los puestos de trabajo pleno desde el II-15, en este segundo trimestre de II-17, el mejor comportamiento relativo de empleo adecuado también se vio reflejado a nivel sectorial.

Los sectores más representativos, tales como la Agricultura (+2% i.a.; +7.058 empleos), el Comercio (+2,1% i.a.; +11.097 trabajadores), la Manufactura (+1,8% i.a.; +7.094 personas) y la Construcción (+1,9% i.a.; +4.745) dejaron atrás los continuos retrocesos interanuales de sus periodos previos (ver gráfico 7).

Captura7

Sin embargo, a pesar de esta mejora, la dinámica actual del empleo no está siendo tan robusta como para considerar una recuperación sustancial de la actividad agregada.

Como se mencionó en los párrafos precedentes, el empleo global está siendo influenciado en demasía por los niveles de subempleo que continúan incrementándose a ritmos interanuales mayores que el empleo adecuado.

En este sentido, la tasa de subempleo se sitúa en 20,5% de la PEA al II-17 y es la más alta del registro de la ENEMDU junto con el dato del I-17 (21,4% de la PEA).

En este último punto es donde se debe focalizar la política económica, ya que si se logra establecer las condiciones e incentivos necesarios para generar una expansión del empleo acompañado de mejoras en términos de bienestar (más empleo pleno), seguramente se podrá fomentar una vigorosa recuperación del producto (ver gráfico 8).

Captura8

En la actualidad, existen 366 mil personas desempleadas (4,5% de la PEA) concentradas básicamente en una población entre 15 y 34 años (70% del total de desempleados aproximadamente), a los cuales no se les está brindando la oportunidad de ingresar al mercado de trabajo.

A más de la población desempleada, se suman las personas subempleadas (1,7 mill. de trabajadores) que luchan por conseguir un empleo pleno. Es aquí donde se debe apuntar si se quiere dinamizar a la economía, reto no menor para los representantes de la ciudadanía en la administración pública.

Los datos de la ENEMDU al II-17 presentan una mejora “en el margen”, pero aun queda una segunda mitad del año en donde hay que fomentar una reconciliación con el mercado laboral mucho más auspiciosa si se quiere crecer sostenidamente.Captura9


Fuentes primarias de información:

  1. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC)
  2. Banco Central del Ecuador (BCE)

Nota: Este artículo fue reproducido por Foro de Economía Ecuador (FEE) – Revista de Análisis y Divulgación Científica de Economía y Empresa.

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http://foroeconomiaecuador.com/fee/mercado-de-trabajo-y-crecimiento-economico/

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