Los niveles de empleo que constan en los registros laborales relevados en la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) para este segundo trimestre del año, han reflejado una importante aceleración en su tasa de crecimiento con el 4,9% i.a., la más fuerte de los últimos tres trimestres (ver gráfico 1).Concretamente, hablamos de 366.461 puestos de trabajo que han sido creados durante el II-17 al tiempo que la población económicamente activa (PEA) se incrementó en 315.582 personas (+4,0% i.a.). De esta forma, la demanda de empleo superó a la oferta en 50.879 trabajadores. En consecuencia, la tasa de desempleo se situó en 4,5% de la PEA siendo 0,8 p.p. inferior a la registrada en el II-16 cuando alcanzó un 5,3% (ver gráfica 2).
No obstante, el nivel de empleo global, tras haber alcanzado su máxima expansión en el II-15 (+6,9% i.a.; ver gráfico 1), se ubica esencialmente estancado desde el III-16. Al respecto, son los diferenciales al interior de los componentes del empleo los que hacen que los indicadores del mercado laboral se encuentren desde hace varios años en el centro de debates de la coyuntura económica ecuatoriana.
Si bien hubo más personas que ingresaron al mercado de trabajo y que lograron encontrar un empleo, estos niveles siguen siendo influenciados fuertemente por la dinámica del subempleo en detrimento de la ocupación plena.
El dato positivo fue que por primera ocasión en siete trimestres se generó puestos de empleo adecuado (+1,6% i.a.; +52.587 trabajadores) y los empleos no plenos continuaron reduciéndose (-7,5% i.a.; -159.893 individuos).
Lo negativo es que el incremento del subempleo alcanzó un 30,6% i.a. (+390.860 personas) entre abril y junio, volviendo a acelerar su expansión interanual en relación al I-17(+28% i.a.; +377.798 empleados).
En particular, la capacidad de la economía para generar empleo de calidad viene siendo esquiva desde el IV-15. La recesión económica que empezó en el II-15 ha tenido su correlato en el deterioro de los puestos de trabajo adecuados y al mercado laboral le ha tomado siete trimestres empezar a exhibir registros positivos de empleo pleno.
Sin embargo, en la actualidad el empleo adecuado sigue sin cambios significativos y se sitúa a niveles muy similares del IV-13 y por debajo de la máxima cifra alcanzada en el IV-14 (ver gráfico 4).De hecho, si nos adentramos en los por menores de estos dos niveles de empleo (adecuado vs. subempleo), la dispersión entre ellos continúa. La brecha de horas de trabajo empleadas por los trabajadores plenos en relación a los subempleados se ubica en torno al 60% (46 vs. 28 horas a la semana).
La particularidad que se observa, es que mientras el primer grupo continúa con similar carga horaria empleada hace un año atrás (+0,5% i.a.) sin mermas en su salario promedio, el segundo grupo emplea más horas de trabajo a la semana (+3,8% i.a.) incluso a costas de una reducción en su remuneración media (-1,5% i.a.).
Más allá de estos resultados, lo cierto es que basándose en el escenario actual de la economía (una recesión mas profunda que la de 2008-09; ver gráfico 6), el hecho de que el empleo adecuado haya exhibido signos de recuperación es un factor que no hay que dejar de resaltar.
De mantenerse este desempeño en los próximos trimestres del año, se podría impulsar una recuperación de la actividad agregada tomando en consideración que el nivel de empleo es una de las variables subyacentes que definen los estándares de consumo privado, situado hoy en torno al 60% respecto al PIB.
Si bien el ciclo recesivo actual ha contribuido con el deterioro de los puestos de trabajo pleno desde el II-15, en este segundo trimestre de II-17, el mejor comportamiento relativo de empleo adecuado también se vio reflejado a nivel sectorial.
Los sectores más representativos, tales como la Agricultura (+2% i.a.; +7.058 empleos), el Comercio (+2,1% i.a.; +11.097 trabajadores), la Manufactura (+1,8% i.a.; +7.094 personas) y la Construcción (+1,9% i.a.; +4.745) dejaron atrás los continuos retrocesos interanuales de sus periodos previos (ver gráfico 7).
Sin embargo, a pesar de esta mejora, la dinámica actual del empleo no está siendo tan robusta como para considerar una recuperación sustancial de la actividad agregada.
Como se mencionó en los párrafos precedentes, el empleo global está siendo influenciado en demasía por los niveles de subempleo que continúan incrementándose a ritmos interanuales mayores que el empleo adecuado.
En este sentido, la tasa de subempleo se sitúa en 20,5% de la PEA al II-17 y es la más alta del registro de la ENEMDU junto con el dato del I-17 (21,4% de la PEA).
En este último punto es donde se debe focalizar la política económica, ya que si se logra establecer las condiciones e incentivos necesarios para generar una expansión del empleo acompañado de mejoras en términos de bienestar (más empleo pleno), seguramente se podrá fomentar una vigorosa recuperación del producto (ver gráfico 8).
En la actualidad, existen 366 mil personas desempleadas (4,5% de la PEA) concentradas básicamente en una población entre 15 y 34 años (70% del total de desempleados aproximadamente), a los cuales no se les está brindando la oportunidad de ingresar al mercado de trabajo.
A más de la población desempleada, se suman las personas subempleadas (1,7 mill. de trabajadores) que luchan por conseguir un empleo pleno. Es aquí donde se debe apuntar si se quiere dinamizar a la economía, reto no menor para los representantes de la ciudadanía en la administración pública.
Los datos de la ENEMDU al II-17 presentan una mejora “en el margen”, pero aun queda una segunda mitad del año en donde hay que fomentar una reconciliación con el mercado laboral mucho más auspiciosa si se quiere crecer sostenidamente.
Fuentes primarias de información:
- Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC)
- Banco Central del Ecuador (BCE)
Nota: Este artículo fue reproducido por Foro de Economía Ecuador (FEE) – Revista de Análisis y Divulgación Científica de Economía y Empresa.
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http://foroeconomiaecuador.com/fee/mercado-de-trabajo-y-crecimiento-economico/